Los trastornos de control de impulsos son afecciones psicológicas caracterizadas por la dificultad para resistir impulsos o comportamientos que pueden ser perjudiciales para uno mismo o para los demás. Esto puede incluir trastornos como la cleptomanía, la piromanía, el juego patológico y el trastorno explosivo intermitente. La terapia se centra en comprender y manejar los impulsos, desarrollar habilidades de autocontrol y abordar las causas subyacentes.

Síntomas:
Los síntomas pueden incluir impulsos recurrentes e irresistibles, sentimientos de tensión antes de realizar el acto impulsivo, sensación de alivio o gratificación después del acto, remordimiento o culpa posterior al comportamiento impulsivo, entre otros.
Signos de alarma:
- Comportamientos impulsivos que interfieren significativamente en el funcionamiento diario.
- Daño físico, emocional o legal como resultado de los comportamientos impulsivos.
- Dificultades para mantener relaciones interpersonales debido a los impulsos incontrolables.
- Necesidad de buscar ayuda profesional para controlar los impulsos.